Hemos incorporado a nuestro día a día el Semáforo de autoevaluación. No es un recurso que utilice siempre, solamente si el grupo lo requiere después de haber probado otros métodos. Si me conocéis, sabrás que soy partidaria de la disciplina positiva. Tampoco es necesario tenerlo todo el curso, se puede retirar cuando hayamos conseguido nuestro objetivo. En este artículo de Madre molona, titulado Semáforo de la conducta o de la vergüenza, podrás leer una opinión que está totalmente en contra haz clic aquí. Me gustaría dejar claro, que mi objetivo no es ridiculizar al alumno/a, si no ayudar a crear un buen clima en el aula para mejorar la convivencia.
Es una estrategia muy visual que consiste en animar a los niños/as a mejorar su conducta a través de la cooperación y la convivencia. El objetivo principal, en mi caso, es mejorar la cohesión de grupo y los comportamientos individuales. Muchos alumnos/as, necesitan un refuerzo positivo a través de un objetivo final, "una recompensa", para seguir las normas. Además, al tener los tres colores, la mayoría de alumnos si están en el amarillo ya es una gran alerta y no pasan al rojo. A principio de semana, pactamos entre todos/as qué haremos el viernes, surgen ideas cómo ir al parque a pasar la tarde, hacer una sesión de cine con palomitas... Tengo que destacar que entre ellos/as se ayudan para que todo el mundo consiga el objetivo, así que lo valoro positivamente y veo que el clima está mejorando.
Si lo quieres, haz clic
¡Feliz aprendizaje!
Mónica GM